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Como la mayoría de líneas genéticas actuales son muy magras y tienen una elevada prolificidad y capacidad lechera, el manejo del pienso, especialmente en la fase de lactación, ha pasado a ser un factor determinante. Cuanto más comen las cerdas en maternidad, más leche producen y más crecen sus lechones. A parte de la calidad del lechón, también está en juego el futuro de la cerda en el siguiente ciclo. Las cerdas con una condición corporal y estado metabólico al destete menos comprometidos, muestran una mejor salida en celo (reducción del Intervalo destete – celo), ovulación y mantenimiento de la gestación (menor mortalidad embrionaria). Esto se traduce en una mejor fertilidad, prolificidad y menos cerdas eliminadas de la explotación. Para maximizar la ingesta es importante repartir el número de tomas, ofreciendo muchas raciones diarias de pequeña cantidad. Por un lado se consigue una digestibilidad superior y que el pienso sea más fresco y, por otro lado, se desperdicia menos pienso porque si una cerda reduce su consumo en una toma, se le tiene que retirar menos cantidad de pienso.
Cuando repartimos el pienso de forma manual y queremos realizar varias tomas diarias repartidas homogéneamente, el primer limitante es la duración de la jornada laboral. A lo largo de los años se han ido buscando alternativas que permitan ofrecer pienso en momentos en que no se está presente en la granja (incluso por la noche), además de reducir el tiempo invertido en su suministro.
Tolvas de libre acceso
El sistema más simple sería la tolva de libre acceso. La alimentación es a voluntad (la cerda come lo que quiere cuando quiere), pero con un límite (la cantidad de pienso que pongamos en la tolva). La filosofía de la tolva es buena, pero en la práctica su regulación no es sencilla y es mucho más difícil retirar el pienso estropeado que no se ha consumido, por lo que si no se manejan muy bien, se acaba estropeando más pienso y el consumo puede acabar siendo incluso menor que con comederos convencionales.
Caída lenta con sistema de activación
Otra de las opciones existentes en el mercado e ideada para corregir las deficiencias de la tolva de libre acceso. Se trata de un dispensador de caída lenta, a través del cual las cerdas golpean una bola que lleva el mecanismo para activar la caída del alimento. De esta manera se reduce el desperdicio de pienso.
Dosificadores con programador
Una opción para repartir el número de tomas es acoplar un programador a la alimentación automática clásica (con dosificadores). Un torno similar al de las ventanas controlado por un programador se encarga de estirar las sirgas para abrir el pienso. De esta forma se puede programar el horario y número de tomas que deseemos. También se puede programar de una forma parecida el suministro de agua.
Caída lenta con regulador electrónico
Un sistema de caída lenta con regulador electrónico para cada plaza de maternidad también permite programar varias tomas diarias de la cantidad que deseemos para cada cerda. No permiten regular una curva de forma automática, por lo que el regulador deberá ser modificado manualmente. Suele ser más habitual emplearlo para parques de cerdas gestantes, aunque también se ha instalado en algunas maternidades.
Alimentación líquida
La alimentación líquida también permite programar a través del ordenador, el número de tomas diarias y en este caso la curva de consumo de pienso. Se pueden establecer varias curvas y tomas para determinados grupos de cerdas (por ejemplo en función del número de parto o del número de lechones), pero también se puede individualizar el tratamiento para cada cerda, aumentando o reduciendo el porcentaje de la ración en la proporción que deseemos (foto izquierda).
Regulador electrónico individual computerizado
Los sistemas más novedosos y sofisticados permiten una alimentación individualizada y regulada a través de un ordenador y reguladores electrónicos individuales. Son sistemas más caros, pero que pueden tener un retorno relativamente rápido si logran mejorar el consumo y reducir las pérdidas de pienso de forma notable. Además de reducir el tiempo necesario en el suministro, también reducen el tiempo de control de la alimentación de las cerdas porque el ordenador y el regulador electrónico individual de cada cerda avisan en tiempo real de aquellas cerdas con consumos por debajo de lo esperado, permitiendo su rápida identificación. Con estos sistemas la cerda come cuando quiere, ya que el suministro de pienso es continuo hasta un límite regulable. Los parámetros pueden modificarse en el regulador que dispone cada cerda o en el ordenador central. Las cerdas obtienen su ración al pulsar un agitador electrónico, obteniendo una pequeña ración. Esto aumenta el consumo y reduce las pérdidas de pienso porque la cerda debe vaciar el comedero para poder activar el agitador electrónico, por lo que no le caerá una nueva ración si no ha terminado la anterior. Otro aspecto interesante es que toda la información generada queda guardada en el ordenador para su posterior análisis.
Como vemos, existen varias opciones, desde los sistemas más simples a los más complejos y automatizados. Hay opciones que permiten que las cerdas coman cuando quieren (tolva, caída lenta con activación, regulador electrónico individual computerizado), mientras que otros permiten aumentar y repartir el número de tomas diarias (dosificadores con programador, caída lenta con regulador electrónico, alimentación líquida).
